¿Las humanidades a la deriva?
Desde hace un par de años, varios miembros de la Academia Mexicana de Filosofía han mostrado su preocupación con respecto a la poca promoción e impulso que reciben las humanidades por parte del sistema educativo en México. Reflexionando en torno a esta situación, los filósofos han referido que existe una crisis en materia de humanidades, tema que involucra a disciplinas como ética, estética, lógica y filosofía. Por ello, advirtieron qie es necesario proteger, promover e impulsar cualquier tipo de conocimiento a través de un enfoque humanista, ya que, de lo contrario, cabe la posibilidad de que sobrevengan consecuencias inmediatas, como la menosprecio que los estudiantes de nivel medio superior y universitario podrían cultivar hacia estas disciplinas.
Algunos filósofos sostienen que esta crisis es el resultado del impacto de los últimos 30 años de neoliberalismo, lo cual, sumado a la a revolución tecnológica digital que actualmente se experimenta en prácticamente todos los rincones del mundo, ha ocasionado una contingencia de deshumanización. Ciertamente, las humanidades se han visto desplazadas en comparación con otras ciencias de enfoque tecnológico y técnico, por lo que hoy en día se ensalzan las disciplinas mediante un más utilitario e inmediato.
A pesar de que existe una larga tradición histórica de las humanidades en el país, algunos integrantes de la Academia Mexicana de Filosofía explican que lo que está en crisis es la percepción que el poder político tiene sobre estos conocimientos. Dicho de otro modo, nadie discute el hecho de que materias como las matemáticas, la química, la física, u otras de carácter natural, son muy necesarias para una sociedad que pretende alcanzar nuevas etapas de su desarrollo. Sin embargo, el prescindir de las humanidades pone en riesgo nuestras costumbres, tradiciones y hasta nuestra propia cultura, entorpeciendo la construcción de una comunidad más solidaria y dispuesta a actuar en función del beneficio particular y colectivo.
Por desgracia, ante las circunstancias políticas que se viven en México, parece que no existe un proyecto de nación que reconozca la importancia de las humanidades. Otro obstáculo lo representa la economía de mercado que cuestiona la importancia y el valor de estas disciplinas, ya que antes de valorar la calidad del conocimiento, antepone las ganancias y el utilitarismo inmediato.