¿Cómo se administra la Asociación Filosófica de México?
El trabajo burocrático dentro de las instituciones académicas se encarga de que todo funcione correctamente. Por esa razón, esta es una de las funciones más importantes para el correcto desarrollo de sus actividades. En el caso de la Asociación Filosófica de México, el Consejo Directivo es el que se encuentra a cargo de la administración y de la ejecución de las decisiones que los miembros toman en cada Asamblea. Cabe añadir que el Consejo Directivo desempeña sus tareas por el lapso de dos años. Una vez cumplido su periodo, se convoca a una nueva Asamblea con el objetivo de renovarlo.
Propiamente, el Consejo Directivo está integrado por los asociados electos para los cargos de presidente, vicepresidente, tesoreros, secretarios y vocales. Reiterando lo dicho anteriormente, estos funcionarios se encargan del trabajo administrativo, el cual puede sintetizarse en: vigilar el cumplimiento de los estatutos y de las disposiciones de la Asamblea General, formular los reglamentos de la Asociación, así como proponer modificaciones cuando lo considere oportuno, además de que se encarga de designar la o las comisiones en relación con los proyectos de acción y actividades basadas en los objetivos de la Asociación.
Desglosando las facultades de los integrantes del Consejo Directivo, el presidente se encarga de presidir las sesiones, los debates y las comisiones del organismo. Además, puede nombrar delegados para cualquier tipo de reuniones o comisiones en las que se juzgue útil y conveniente la presencia de la Asociación. En cuanto al vicepresidente, éste acompaña a su jefe en las labores arriba mencionadas, pudiendo desempeñar las funciones de la presidencia en caso de falta temporal o definitiva. Por su parte, a la tesorería le corresponde ejercer el presupuesto acordado por el Consejo Directivo, llevado la contabilidad y presentado el informe financiero de la Asociación al final de su gestión. A su vez, los secretarios redactan las actas de las asambleas, organizan el archivo y la correspondencia de la Asociación y, por último, aseguran el cumplimiento de las tareas académicas. Finalmente, los vocales apoyan y verifican los proyectos académicos de los asociados.